¿En dónde?
¿Por qué?
Era/es
de nuevo un mal día
sin sexo
sin esperanza,
la mañana moría a las
siete de la tarde
y nadie parecía hablarte
sino para herirte.
No valían pensamientos
de sangre cuellos
y algún esfínter
más o menos cercano,
se iba a rezar a un ídolo
sumerio.
Ahora masculla la tarde
un sol de precipicio,
me temo que es viernes
y ni siquiera imagino
sicalipsis entrañables.
Lo insoportable del dolor
era mentira,
aguantar durante años
la palabra
era otra mentira,
callarse.
Me bebo el sexo
tántrico de todas las mentiras
y no me apacigua
ni un tranxilium.
Era/ es un mal día.
Mañana será otro
mal día.
Y sentirás la mentira
como un paraguas
inútil
lleno de agujeros
que te llenan
de silencio.
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