detrás de casa.
Andamios abandonados,
cigarros llenándome de humo,
gente trabajando con la mirada perdida.
Por las aceras estrechas
deambulaba como si quisiera verte,
notando cada paso en la sombra,
pisando sobre baldosas sueltas,
mirando el resquicio de sol amarillo
que iluminaba paredes cenicientas.
Me paraba en cualquier sitio
mirando pasar las horas.
Había hierbas medicinales
creciendo en tejados,
y ventanucos por los que a veces
entraba o salía un gato.
Paseé por las tardes de mayo,
detrás de casa,
mientras emociones indescriptibles
se agolpaban en mis párpados
y un furgón de correosaceleraba,
llenando mis momentos
de recuerdos amarillos.
Por las aceras estrechas
deambulaba
como si quisiera verte,
volviendo a casa
una vez
estuve a punto de llorar.
Hooooo, que nostálgico, pude imaginar esos lugares que describes tan bien en tu poema desolador panorama, últimamente eh sabido de tanta tristeza en ese país que me da pena saber que personas queridas viven y pasan por situaciones tan desoladas.
ResponderEliminarÁnimo Miguel espero todo cambien pronto.