Las gotas que estremecen al rozar tu piel.
Pienso en los regueros que sobre tu cuerpo
protagonizará el amor.
Siento a los ángeles sensuales
iluminando tus entrañas,
gimiendo en tus ojos.
En ésa luz tenue que tienen
los caminos del recuerdo, tan íntimos.
Quisiera ser, haber sido luna
esparciendo sobre ti las gotas de lluvia.
Una lluvia helada, inconsciente
que no hace sino ahondar las pupilas.
Entrecerrando los ojos pero sin sueño,
sólo abandonándote a los deseos sin miedo.
Quisiera ser, haber iluminado con mis
besos tus ventanas,
y que ya ausente, infinita y ámbar,
haber conseguido la esencia pura
del deseo y del placer
que sólo yo pudiera darte,
para siempre.
Gotas de lluvía recorren el cuerpo, cómo caricias tenues.
ResponderEliminarBello poema
Bellisimo poema!!!
ResponderEliminarHola Miguel que bello poema de amor muy
ResponderEliminarromantico y tierno exisito, un placer leerte
amigo.
BESOS QUE ESTES MUY BIEN.
Bello, precioso Miguel, eres un romántico maravilloso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ufff, mi niño...qué preciosisad!!!
ResponderEliminarInfinita y ámbar... me pone la carne de gallina...