De la gravilla,
del "aquaplaning" en las rotondas,
de los cúmulos que crecen en el cielo,
de los coches que te adelantan para detenerse en el mismo semáforo que tú.
Por una vez hablaré
con la sonrisa limpia,
y practicaré actos de amor
sin pensar en las consecuencias ni en el destino.
Sólo ser feliz es sencillo,
y fumar diez o doce cigarros al día
para llegar a morir de viejo
y pasear por barrancos para siempre.
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