Los deseos se alargan fuertes como el viento.
Los gatos se ausentan para amarse en los tejados del cementerio.
Las hembras del dolor gimen mientras nadie las observa.
Los corazones se van hundiendo, parapléjicos, en las cornisas del domingo.
Las rosas ya no mueren, porque no nacen.
Las palabras del alma invitan al silencio del atardecer.
Las ruinas de nuestros sueños invaden la madrugada.
La muerte por azar se va y nos delata.
Buenísimo Miguel amigo..
ResponderEliminarLa poesía..
Demos-le la palabra a los versos en esta fecha..
Un gusto leerte..
Un abrazo
Saludos Fraternos..
un placer que me leas..un gusto siempre..
ResponderEliminarLas ruinas de nuestros sueños invaden la madrugada.....
ResponderEliminar