Mujer de hermosa estampa y figura,
hundida en el fondo de lo que ama,
quiero que sepas que en mis sueños
gritan eternas ansias.
Saborearte y vivirte siempre.
Y casi siempre efervescente
con los ojos en lo alto buscándote
o hallándote, perdido imaginario
en tus palabras y por tus huesos.
Deseando angosturas sencillas.
Coronas de laurel para las esperanzas cumplidas.
Y en éste murmullo gris
que me envuelve ahora,
tu presencia no se desvanece,
está más adentro de mis sueños.
Y contra mis sueños no quiero luchar,
es un poco triste,
tan nublado,
tan ausente y a la vez,
tan llenísimo de vida.
No me siento nada,
y sin embargo,
me miro en los espejos de la calle
y beso el cielo
como si fuera tu cuerpo.
Yo sé cómo me estás mirando,
también conozco las corazas y las caricias.
A veces sé demasiado,
a veces me evado
en el centro de los disturbios
y con el mejor de los amigos.
Ahora camino glorioso
a través de amaneceres y garitos,
llenos de placeres, inmenso en el cuerpo,
entrando en el tuyo
por los ojos angostos de ésta noche tan profunda.
Holaaaaaaaaa, Miguel un poema muy hermoso cuanto talento desperdiciado sin darlo a conocer, solo por tu capricho, de no salir al mudo el poema es literalmente muy hermoso cada palabra muy bien plasmada,es muy bello te felicito.
ResponderEliminarUn gran abrazo que tengas un feliz fin de semana.
Y ojala te atrevieras asalir de tu página.
Miguel:
ResponderEliminarTantas mujeres que tocamos fondo, tantas que bebemos aguaceros de rabia, en lo profundo de la tierra...Tantas corazas, tantos moldes para evitar las estocadas, ¿las podremos algún día liberar?...
Un abrazo poeta.