Convalecencia.
Insolación de ideas en la ciudad.
Condolencia.
Imaginaria sed de luz nocturna.
Convalecencia.
Las lágrimas corren por las manos y nadie entiende demasiado.
Es la humana lucidez.
La lucidez del demonio, de la locura, de cualquier dios bohemio.
Y el corazón reventado por dentro.
Y el amor congelado en cajas de truenos.
Condolencias, mi amor.
Yo tampoco entiendo mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario