Déjame intentarlo.
Mirando el firmamento.
Construyendo con las manos otras palabras
Que se escriben en nuestros cuerpos.
Déjame intentarlo hoy.
Mañana igual estaré en el desierto.
Bárbaro de humos y de sol.
Déjame intentar que nos volvamos locos.
Si no quieres, no importa.
No pienso suicidarme.
Si no me dejas hoy.
Lo intentaré mañana.
Nadie podría resistirse a una petición así...
ResponderEliminarComo siempre, me admira tu poesía, sublime Miguel.