Café de muertos

Éste café de muertos me emociona.
Estoy en el bar del tanatorio.
Asuntos de familia.
Tal vez hoy no me emborrache.
Pero creo que voy a ponerme triste.
Todas las pérdidas me entristecen.
Ésto es inevitable
y me da miedo pensar en lo inevitable.
Los cristales dejan ver el cielo.
Y siempre que vengo aquí el cielo
está maravilloso, siempre.
Aunque no haya nubes de deseo hoy.
Han venido muchas y vendrán muchas más.
Tal vez esto no te guste.
A mí tampoco.
Sólo sé una cosa.
Todos los muertos me recuerdan a alguien.
Todos los muertos tienen la misma cara.
Ya todos los cafés serán carajillos.
Y siempre me acordaré de ti.
No sé hacerlo mejor ni peor.
Pero siempre me acordaré de ti.