Apoyado en una mesa rota
frío mis nervios en aceite,
paseando la boca por el silencio frío.
Hoy siento que no me queda nada.
Pese a todo, creo que escribo.
O igual miro una ventana, no recuerdo,
me recuesto contra la pared desconchada.
Lleno mi espalda de manchas de cal.
Beso el aire y me mareo.
El alcohol me ilumina/aturde.
Hoy no quiero arreglar nada.
Ni siquiera mi vida.
La cabeza entre mis brazos,
desesperado por completo,
debería llamar a alguien o llorar.
Pero no puedo hacer nada.
Consternación.
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