Tal vez sea demasiado pronto
y no te hayas levantado todavía,
pero ya vine bajo tu ventana,
a mirarte lleno de presentimientos.
Tal vez vea tus cortinas ondeando
y tu piel del verano esboce una mirada,
estoy de nuevo esperando tu sonrisa
con un sinfín de viejas palabras.
Tal vez no me ames como yo a ti.
Pero sé que el deseo no miente.
Merece la pena ahogar el dolor
y sentir tus besos para siempre.
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