Qué facil es hundirse con dos palabras.
-No quiero.
Qué fácil es pasar de la alegría a la tristeza
en dos segundos.
Qué fácil parece ser tener paciencia.
Qué fácil es todo.
-No quiero.
-No quiero.
-No quiero.
Me queman las palabras más que el tabaco.
Mejor me ahogo en mi humo blanco.
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