No amo verte tan hundida
en el abismo de tus pérdidas
y de tus sueños.
No quisiera yo
dejarte frente a frente
la cara de la muerte.
No quisiera.
Son las tristes horas
pasadas ante las lágrimas,
preguntando por el arte
para restañar tus heridas.
No quisiera yo
dejarte cara a cara
con la muerte.
Pero no abusarás de ti
esas simas son demasiado
negras para tu alma, demasiado.
Sé que te elevarás ante la rosa
y que te llenaré de abrazos.
y ante la negra sombra
ResponderEliminardel dolor
sólo cabe contar con unos brazos
tendidos como capa en nuestros hombros...
quizá el amor llegue
algún día...
Gracias, mi niño, gracias.
ResponderEliminarYa verás cómo sí consigo elevarme.
Ya remonto.