Se mueven las hierbas al lado del mar.
Agitada por el viento de las olas.
Y las mareas que ella hace surgir en su vientre.
Son destellos.
Rayos de sol tendidos en la arena.
Porque eres tú lo más hermoso que conocí.
Y lo más hermoso que conoceré nunca.
Y ésa pasión detuvo el mar, las olas.
Y el lago se desbordó a diario toda la vida.
Lleno de canciones y ráfagas de luz tan adentro
que la tierra se llenó de agua
de su mar inmenso sin medida sin pautas.
Desbordado por el universo
Hasta el fin de las palabras.
Sabía que no lo dejarías perder...no se podía desperdiciar...
ResponderEliminarSUBLIME, Miguel, como siempre.
Siempre lluvia.