Desde los sótanos (el deseo)
Cuando a través de alguna ventana rota
puedo atisbar el cielo.
Enmarcado por árboles sin hojas
y muros llenos de silencio.
Paseo, trabajo, te escucho
entre ese murmullo de máquinas
y esas melodías repetidas.
Me fumo un cigarro recordando.
Ahora ya no lloro
pero sigo recordándolo todo.
Tu sabor dulce me traslada
a otra música, otros momentos.
Tu tacto aún en mi piel
lo rebusco entre mis manos marcadas.
Mi vida, ay mi vida.
Tan poco tiene que ver con ninguna.
Tan poco tiene que ver con la tuya.
Quizá en algún momento pude creer
que cambiaría.
Y aunque ya no lloro
a mis ojos ahora están volviendo los mares
están volviendo otra vez a la lluvia,
estás aquí entre mis catacumbas de deseo.
Ésto es así
todos los días.
Y no sabes como te sigo soñando.
Y cómo aún me pregunto tantas cosas.
La lluvia que se derrama suave y dulce entre tus versos, poeta sublime.
ResponderEliminarSiempre.
tantos momentos que aún no han venido tantos..
ResponderEliminar